La temporada de cerezas ha terminado. Sientes un alivio, que por desgracia se convertirá en anhelo los próximos meses. Se terminó trabajar desde las 23 horas hasta las 11 de la mañana. Gastar más dinero en pilas para el frontal que lo que has conseguido ahorrar. No te has caído demasiadas veces de la escalera y te han pagado, esta vez, sin problemas.
Durante un tiempo, escuché que usaban helicópteros para secar las cerezas después de la lluvia. Pensaba que era otra de esas leyendas urbanas que te cuentan, o que directamente se estaban quedando conmigo, pero durante el periodo que estuve en Creston, pude disfrutar de este ruidoso espectáculo cada poco tiempo. Siempre me preguntaba ¿cuánto dinero pueden llegar a ganar para que le salga rentable mandar un helicóptero cada poco? ¡Ya nos podrían pagar un poco más a nosotros!
Ingenuos al sufrimiento que nos esperaba, nos marchamos de Creston a Keremeos, como siempre a dedo, teniendo la gran suerte de que nos recogiesen unos tipos que venían del conocido festival de música “Shambala”, puestos hasta las cejas, y parando cada 100 km para meterse otra raya. Pura adrenalina, solo nos quedó besar el suelo al llegar a nuestro destino.
Una vez llegados a Keremeos, tuvimos que esperar una semana hasta que empezó la recogida de manzana. Acampada libre en el río, todo un lujo. Tengo que confesar, que durante esta semana, en vez de disfrutar de unos días de relax en la naturaleza, como muchos dirían, me sentí como un auténtico homeless, soportando las miradas condescendientes del vecindario y esperando a que se hiciera la hora de que abrieran los baños públicos, para poder limpiarme al “estilo polaco”. Creo que esto fue lo que ocasionó el aceptar ir a una granja donde las condiciones no eran…bueno, no había condiciones.
La genial granja de Brar, donde puedes acampar entre dos cerezos, y cagar en un baño portátil que no ha sido limpiado desde tiempos inmemorables. No es ninguna broma, uno ha de adaptar sus ritmos a las posibilidades. En este caso cagar a primera hora de la mañana, ya que después el calor hace que sea absolutamente insoportable. Su uso tenía todo un proceso previamente diseñado por los mejores pies negros.
Con dos camisetas, te hacías un envoltorio para cubrir nariz, boca, parte de tu cabeza, y a poder ser, algo de tus ojos para no ver demasiado el lugar al que tenías que hacer frente. Una vez que estabas preparado, desabrochas tu cinturón antes de abrir la puerta, y con el culo medio al aire entras al cubículo. Ahora viene la parte más complicada, haces la postura Spiderman, pero a la inversa, en vez de mantener la puerta cerrada, la mantienes abierta todo lo posible, sino, los gases harán efecto en ti y morirás lentamente entre gusanos y mojones. En el momento en que el primer choricín haya salido, no tendrás tiempo para más. Solo puedes aguantar 5 segundos, así que, te limpias como puedes y sales disparado sin mirar atrás. El peor momento del día ha pasado.
El trabajo en sí era como en todos lados, duro y rutinario. Generalmente se trabaja en parejas, y pagan 25 dólares por el “bin”, que entre dos se debería llenar en una hora. Uno pasa todo el santo día con la bolsa de manzanas arriba y abajo, dejándose la espalda, por 12 dólares/hora. No sé si compensa. Y que mejor para recomponerse de un duro día de trabajo, que una ducha, a mangerazo limpio, con agua fría, y en medio de la granja, donde te ve cualquiera que pase por ahí. Definitivamente, sientes que la diferencia entre un animal y tú es más bien escasa.
Ya sabíamos que a Brar no le importábamos nada, pero esto quedo aún más patente cuando le contamos que el día anterior vimos un oso en la granja. Lo más escalofriante fue cuando por la noche nos despertamos escuchando su respiración y movimientos. Teníamos la comida fuera, por lo que no llegó a hacernos ningún caso, salvo robarnos las pocas provisiones que teníamos y dejarnos unos regalos en forma de excremento en la puerta de la tienda. Una vez narrado el suceso, simplemente nos indicó en que fila de manzanas podíamos que continuar, ignorando por completo el hecho de que podríamos haber sido devorados por un maldito oso.
Unas semanas más tarde, unos amigos nos avisaron que dejaban su granja porque se iban a California. Ellos tenían un espacio con cocina, lavadora, ducha de agua caliente, baños limpios, etc. Y el dueño pagaba 12 dólares por hora, así que no era por cantidad. Puesto que no conseguíamos ganar más que eso ningún día y dadas las condiciones que tenían, no dudamos en trasladarnos a su granja. A la que popularmente llaman “el picker palace” ya que nadie da “tan buenas” condiciones, que son básicamente las medidas básicas de higiene que cualquier trabajador debería tener.
Los primeros días fueron una felicidad, tener un frigorífico nos parecía algo asombroso. Ya empezaba a hacer frío y el dueño nos prestó un saco ultra abrigado, para -40ºC, o eso nos estuvo diciendo cada uno de los días que allí trabajamos. Porque todo en esta vida tiene un precio, y en este caso, aguantar al jefe no era ninguna broma. Era como un abuelete maniático, desmemoriado y absolutamente preocupado de que sus pickers-esclavos estuvieran siempre en forma. Según sus palabras, si no descansas bien no podrás rendir como él espera, “are you warm enought?” repetía incansablemente, consiguiendo que soñáramos con esa frase y que incluso siga resonando en nuestras cabezas durante meses.
Hay que decir que el trabajo con él era bastante más relajado, ya que al ser pagado por horas uno se toma con calma la cosa. Pero soportar sus problemas mentales, no era tarea menor, conseguía desquiciar hasta al ser más pacífico de la tierra. Quizá era por eso uno de nuestros compañeros practicaba yoga mientras recogía manzanas…
Controlaba cada minuto de nuestro tiempo, si estábamos desayunando, venía 7 veces a la cocina, para recordarnos el tiempo que nos faltaba para empezar. Igual en los descansos, que él mismo establecía y que eran inamovibles. Las 24 horas del día se convirtieron en una cuenta atrás hasta el momento de empezar a trabajar de nuevo.
Venía a la cocina a recordarnos que vayamos a dormir pronto, pasaba al lado de la tienda de campaña mientras estabas viendo una serie a punto de dormir y te asustaba con su voz ronca “Are you ok!?”. A veces mientras estábamos trabajando se ponía a recoger manzanas a nuestro lado, el muy cabrón nos quitaba todas las de abajo y nos dejaba toda la fila solo con las manzanas más altas. Mientras se iba siempre repetía “I’ll come back like a bad dream”. No hace falta que lo jures.
Y en eso se convirtió poco a poco el picker palace, en una pesadilla que parecía no terminar nunca. Contábamos los días para terminar la temporada, y tratábamos de ocupar nuestros pensamientos en los meses que podríamos viajar con lo que estábamos ahorrando.
Lo único en su comportamiento que me provocaba cierta simpatía, era la pena que le daba tirar manzanas porque no estaban bonitas. Cuando le preguntabas si ponías en el cajón alguna con una manchita, su cara era la de un niño desilusionado mientras decía otra de sus frases típicas “it breaks my heart” y la tiraba junto con otras miles de manzanas desperdiciadas. Eso, y que el último día de trabajo nos trajo un pack de cervezas, hacen que no lo odiemos demasiado.
Escrito por S. De Samotracia y C. Benítez.
Estos relatos son solo el comienzo de nuestras aventuras en el «mundo picker». Si te has quedado con ganas de más, sigue leyendo nuestras aventuras de la segunda temporada o tercera, no te defraudarán.
¿Ya has visto nuestro FORO PICKER? Entra y comparte con todos tu experiencia, dudas, preguntas o cualquier cosa que se te ocurra. Creemos una comunidad de Picker que pueda ayudarnos en nuestra aventura.
Puedes seguirnos en Facebook, Instagram o suscribirte a nuestro boletín.
Toda una experiencia la que estáis viviendo. Una buena escuela para la vida. Animo
Muchas gracias Quique!
La verdad que nos llevamos muchas historietas para contar, pero está al nivel de hacer la mili, salvando que aquí te pagan y no te hacen cantar cara al sol!
Espero seguir leyendo tus comentarios. Un abrazo.
Jajaja como me hiciste reír hermano. Dentro de un mes viajo a Canadá y estoy viendo cuales son mis opciones para viajar. Y bueno la mayoría de las experiencias que he leído de pickers me parecen buenas pero creo que pueden ser demasiado optimistas, lo que deja bastantes huecos para entender el panorama. Por ejemplo las posibilidades de ser deportado por trabajar con visa o eTA de turista, conocer eso es vital para rifarse ese business. Ey ¿tú podrías abundar algo al respecto? Te agradecería bastante si pudieras compartir una sincera perspectiva.
Muchas gracias por tu comentario Raúl.
La verdad que Canadá es un país que necesita mano de obra para el campo, ya que los propios habitantes no quieren esos trabajos por mal pagados y el mal trato.
Eso no significa que tengan puertas abiertas para todo el mundo.
Ya en el aeropuerto pueden retenerte una hora y mirar todas tus redes sociales, correos, etc. para ver si vas a trabajar mientras entras con visa de turista. Esto es algo ilegal, pero negarte, que está en tu derecho, pueden entenderlo como una evidencia de que estás entrando a trabajar.
Si escuche de alguna redada en busca de ilegales, pero la verdad que no se decirte si es verdad. Por otro lado, en muchos sitios no te piden papeles, pero también suelen ser los que peores condiciones dan.
Así que, es toda una aventura encontrar un buen lugar…
Pensaré en hacer un apartado que explique bien todo esto.
Espero que te haya servido de algo.
Saludos.
hola, me gusta tu narrativa. me hiciste reír jajaja
tengo una duda, cuando termina la temporada de manzanas?. Me recomendarías viajar en el mes de septiembre para trabajar de picker? gracias!!!!
Muchas gracias!!
La verdad que la temporada de manzanas es larga y, según que sitios, podrás trabajar hasta principios de noviembre, pero en esas fechas ya el frío hace el trabajo más pesado.
Dependiendo de que tipo de manzana y como se coseche, si todo el árbol o seleccionando, te pagarán un precio u otro. Suele oscilar entre los 20 dólares hasta 28 el «bin», incluso he escuchado que 30.
Por lo que es una opción interesante, eso sí, es más físico que la cereza.
Espero que te valga para algo la información, un saludo.
Vaya mundo increíble el que estoy descubriendo con tu blog (me encanta el título)…dentro de todo, vale la pena? Es que estoy en una encrucijada y esta podría ser la opción que combine lo que necesito y lo que quiero!
¿Qué tal Claudia?
La verdad que el mundo de las cerezas es bastante peculiar, pero dentro de todo siempre hay cosas buenas.
Nosotros llevamos tres temporadas, dos en Canadá y otra en Nueva Zelanda y, a pesar de las penurias, te queda una sensación de querer recoger más. Ahora bien, las condiciones son como habrás podido leer, bastante precarias.
No se que estás buscando exactamente, pero la temporada de cerezas es una opción que muchos mochileros toman. Así que si te decides, estaremos encantados de leer tu experiencia.
Un saludo y no dudes en escribir para cualquier duda.
Que tal, gracias por compartir todo, Me pregunto si es posible puedas aclararme un duda, ¿a qué te refieres con «ir con papeles»? Pienso en irme con el permiso de turista, pero en tu caso conseguiste algún permiso o contrato previos a irte?, en ese caso me serviría mucho esa información, un saludo!
¿Qué tal L. Tinoco?
Cuando hablo de papeles me refiero a tener algún tipo de visa work and holiday. No se cual es tu nacionalidad, pero según que países los requisitos son diferentes.
Mira el siguiente enlace a ver si te sirve de algo https://www.canadavisa.com/international-experience-canada-program.html#WorkingHoliday
Con visa de turista, es difícil que te contrate nadie antes de llegar, pero una vez allí, hay mucha gente que trabaja en negro, sobre todo por la parte del Valle de Okanagan.
Espero que te sirva de ayuda, si necesitas algo más, no dudes en escribirnos. Y si de paso, nos regalas un «Me gusta» en la página de Facebook, estaremos muy agradecidos.
Hola de nuevo existe algún grupo formado que estén buscando trabajo en Canada para la recolección de frutas. Mi WhatsApp es 34603754659. Saludo