Mamá, de mayor quiero ser Picker: 5 razones para ir a recoger cerezas

¡¿Qué te vas a recoger cerezas a Canadá?! La cara que se le quedó a mi madre cuando le conté mi plan fue una mezcla de preocupación, angustia y extrañeza que ni Macaulay Culkin después de quedarse solo por segunda vez. ¿Te has vuelto loco? para eso no tienes que irte tan lejos, aquí en Murcia puedes recoger todos los limones que quieras.

Después de 3 temporadas, dos en Canadá y una en Nueva Zelanda, hay que reconocer que recoger cerezas no es tan malo, a pesar de las penurias es un trabajo que engancha.

Así que si ya leíste las 5 razones por las que no ir a recoger cerezas y todavía tienes ganas para lanzarte a la aventura, sigue leyendo para conocer las las 5 razones por las que SI deberías ser picker:

1. Una vez que te pones el bucket y coges la escalera, comienza una pelea con el reloj. No hay un trabajo en el que se te pase el tiempo más rápido. Querrás hacer más y más en cada hora y los minutos se te escapan sin que te des cuenta. Así que no tendrás tiempo para aburrirte.

2. Flexibilidad de horarios: generalmente se trabaja desde las 4 am hasta el mediodía, sin embargo al ser pagado por producción, a los jefes no les importa si eres rápido o lento, si llegas tarde, si te vas antes, etc. Uno se marca su propio objetivo. Escuchas a algunos picker decir “¡Llegué a los 100$, me voy!” Cuando ni siquiera son las 9 de la mañana. Tampoco está mal, ¿no?

3. Siempre recogerás más rápido que el día anterior: sin duda es lo que vuelve este trabajo adictivo, uno empieza moviéndose torpemente, sin saber usar la escalera, o haciendo posturas extrañas que ni el Circo del Sol en sus mejores espectáculos. Sin embargo, cada día irás mejorando la técnica y viendo que es más fácil de lo que parece. Lo que antes hacía en 30 minutos ahora lo consigo en 5.

4. No estarás encerrado en una oficina: para nosotros trabajar al aire libre es una ventaja. El trabajo es físico, pero dentro de todo es bastante llevadero, el bucket de 10 kg no es pesado en comparación con otras frutas, como en la recogida de manzanas donde cargas con aproximadamente con 20 kg. No te mueres de calor como en los viñedos, ya que los árboles son suficientemente grandes como para estar casi siempre a la sombra y tampoco se puede recoger cerezas a más de 28 grados. O no acabas lleno de arañazos como recogiendo mandarinas, aunque no te librarás de algún que otro ramazo en la cara.

5. La gente que conoces: dejando a un lado a alcohólicos y locos, si, también hay gente normal en este mundo del picking. La intensa convivencia hará que desarrolles una complicidad especial con algunas personas, siempre habrá hueco para echarse unas risas y te irás con un puñado de nuevos amigos.

Para nosotros, a pesar del esfuerzo y alguna que otra experiencia amarga, nos ha merecido la pena. Ya que hemos podido viajar por Latinoamérica durante varios meses, sin tener que recurrir a la venta ambulante de chocolatines, postales y tortillas de patatas.

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Escrito por C. Benítez